miércoles, 1 de marzo de 2017

Un día.

Algún día voy a leer esa historia.
Probablemente sea, justamente, el día que menos lo planee.
Cuando de estas cosas se trata, suelo ser casi paranoica con mi supuesta preparación previa. Siento que eso me hace lucir como si fuera una histérica, o una maníaca. Usando el termino de manera demasiado exagerada.
Como si me preparara para un ritual, en lugar de un par de horas a solas con el regalo en palabras de un autor.
Y, aun así, siempre termino encontrándome fallando con mi propia preparación y haciendo lo que mi mente, en un impulso de idiotez repentino, decide es mejor.
Algún día voy a leer esa historia.
Probablemente después de alguna actividad mundana. Debatiéndome si estoy leyendo únicamente a creaciones de tinta que ya conozco o estoy hablando con dos personas completamente nuevas.
Repasando las combinaciones y deleitándome con las frases, recordando y relacionándolas con cosas que ya sabía.
Pensando que es sorprendente cómo cinco palabras juntas son capaces de desatar un torrente de lágrimas y una sensación de calidez al mismo tiempo.
Algún día voy a leer esa historia.
Probablemente imaginando más que lo que las simples palabras cuentan.
Llenándome de ese viejo sentimiento de calidez y seguridad que me aseguraban los viejos sueños que, en mi juventud, veía como únicas metas de vida.
 Rememorando fantasmas de algo que nunca pudo ser, pero vive intensa e inamovible en alguna parte profunda de mi mente. Enredándose con la realidad y creando un espacio donde todo es posible. Donde el pasado no es mezquino y el futuro no es incierto.
Creando un presente donde únicamente existen los sueños, y la posibilidad.

Sí, definitivamente, algún día voy a leer esa historia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario